LLÁMAME PRINCESA de
SARA BLAEDEL
Sinopsis:
Una inocente cita a través de una página web de contactos
puede tener terribles consecuencias. El departamento de Homicidios de la
jefatura de Policía de Copenhague recibe una denuncia por ataque sexual de una
joven que ha sido brutalmente violada por un hombre que ha conocido a través de
internet.
Tras revisar varios casos de violación sin resolver, la
detective Louise Rick descubre que en todos ellos se repite un mismo patrón, y
cuando poco después encuentran a una joven asfixiada en un nuevo caso de agresión
sexual, el departamento decide destinar todos sus recursos a encontrar a un
criminal en serie que opera al amparo del anonimato que ofrece internet.
Louise Rick pronto se da cuenta de que tendrán que aplicar
métodos poco tradicionales y crea su propio perfil en una página de contactos.
Llámame princesa es la primera novela que leo de
un autor danés y no sé si es por eso o, simplemente porque creo que no se le
saca a la historia todo el juego que puede dar de sí, que me he quedado con el
regusto de enfrentarme a una novela que no me ha interesado nada, que me he
tenido que obligar a terminar, pero que me ha aburrido mucho.
La historia me parece muy original
porque no es el típico caso de asesinatos en serie, ni de una muerte pasional,
sino que a lo que la policía Louis Rick se enfrenta a un violador en serie. Y,
en ese sentido, las primeras páginas de la novela son muy buenas, enganchan. Lo
malo es cuando sigues leyendo y te das cuenta de que es una novela circular,
pero no concéntrica.
La línea argumental es tan lineal
que puedes saltar varias páginas y sabes que vas a seguir entendiendo
perfectamente lo que ha pasado, que no te has perdido nada. La autora juega
echa un pulso con el lector, pero volcando el cuerpo sobre el brazo para
aplicar más fuerza, es decir, haciendo trampas. Se nos van ofreciendo posibles
sospechosos, pero el autor real no aparece antes de las páginas finales del
libro, con lo que consigue crear una sensación de absurdez tremenda. La policía
y, por tanto, el lector no saben nada de este tipo hasta que lo encentran.
La protagonista me recuerda mucho a
Petra Delicado, siguiendo el estereotipo de la mujer incapaz de mantener una
relación por su adicción al trabajo. Una mujer de mediana edad, que sólo vive
para investigar, sin dar importancia a nada que no sean sus investigaciones.
Además, una policía que mantiene una relación de buena amistad con Camilla, una
periodista de una revista sensacionalista, a la que, por mucho que traicione,
le sigue manteniendo el mismo cariño, y contándole sus avances en la
investigación.
Eso sí, la novela tiene una
precisión fría y quirúrgica. Las frases son simples. Pocas veces se utiliza la
subordinación y el lenguaje informático está al alcance de
cualquiera.
La de Sara Blaedel es una de esas
tantas novelas negras a las que yo no volvería, pero, tal vez, he tenido mala
suerte al ser la primera que ha caído en mis manos.
Ficha técnica del libro
Llámame Princesa
Autor: Sara Blaedel
Traducido por: Sofía Pascual Pape
Sello: Siruela
Colección Nuevos Tiempos 281
ISBN: 978-84-15937-13-5
Páginas 288
Idioma de traducción: Danés
NOTICIAS
NEGRA Y CRIMINAL
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NEGRA Y CRIMINAL
Tal dia como hoy, en 1939, nacía uno de los novelistas más injustamente leídos. Poco leído para lo bueno que es. Nosotros nos adherimos al entusiasmo que Georges V. Higgins suscita en autores “menores” como Elmore Leonard o Dennis Lehane.
Fue periodista, fiscal y abogado, y su conocimiento , real, de las gentes de los “bajos fondos” le hizo escribir novelas, cortas y sustanciosas, que nos sitúan entre esos individuos. A veces cuesta distinguir por cómo hablan, por cómo actúan ( ¿hay un chantaje que es legal y otro que es ilegal? ) los que están a un lado o a otro de la Ley. Hablan, actúan, no describen, no reflexionan.
El chivato, fue el número 27 de aquella colección de tapa dura, Esfinge, que publicaba Noguer. 1973, años en que leer no era lo más urgente.
Afortunadamente, para Higgins y para los lectores , Libros del Asteroide recuperó la novela, corta pero contundente, en impecable traducción de los siempre añorados Montse Gurgui y Hernán Sabaté. Los amigos de Eddie Coyle se convierte así en una novela de lectura necesaria.
Leemos bastantes primeras novelas y al llegar a los diálogos, a bastantes se les nota que no han leído Los amigos de Eddie Coyle. U otra de las pocas obras traducidas al castellano o al catalán, de Georges V. Higgins.
¿ Les hemos dicho ya que Toni Hill dedicará ejemplares el sábado próximo, en la librería, a la una de la tarde, de su Los amantes de Hiroshima?.
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